Silvia Prieto pretende ser única. Y ensaya gestos para defender esa identidad. Termina con una relación, cambia de trabajo, se compra un canario...
Sin embargo en la trama de su vida, aparecen personas que la definen. No podemos ser sin los otros...aunque no nos guste eso que somos.No podemos tampoco ser sin los objetos : un saco Armani, una muñequita, un contestador, una reproductora de video, un tapado de piel. .No podemos ser sin la comida: : restaurantes, comida china, pollo trozado, desayunos. Son demasiadfas las cosas , personas y enredos que tejen la trama de la vida de Silvia Prieto
Hasta no puede ser sin conocer a su par..a aquella que por azar lleva su nombre. Esta película me hizo recordar a un libro de Richard Bach.."Todos somos uno y muchos", Es una película de identidad. De ser con los otros para ser. De redefinirnos permanentemente...de sorprendernos con lo que somos capaz de ser...de volver una y otra vez a los viejos objetos mientras le damos valor a otros nuevos.
La película para mí es una batalla por la identidad. Que está..siempre. Y no es tan exclusiva. Es construída por los otros..y por el lugar que le damos en nuestrasd vidas. Esa es la verdadera identidad: lo que elegimos, lo que desechamos, lo que preferimos, .En conclusión: : el mundo que nos rodea, porque nosotros lo hicimpos parte nuestra.
SOBRE EL FILM SILVIA PRIETO: La impresión que me dio la película es que mientras transcurre, es fácil de ver, agil y liviana. Porque va mostrando varios personajes más o menos entretenidos y ligeramente simpáticos: por ejemplo, a la protagonista que le preocupa que haya otras personas con su nombre y tiene la obsesión de cortar pollos en 12 trozos, aparte de cansarse muy rápido de sus trabajos; otro que vive amargado porque le dicen “botella de lámpara”; otros que entablan y deshacen relaciones como quien se cambia de camisa. Todo en forma deshilvanada, inconexa y poniendo entremedio situaciones insólitas y algunas absurdas; como seguir las aventuras de una estatuita barata que pasa de mano en mano, convertida en un personaje más. Como digo, todo esto, con buen ritmo, hace que la cinta no sea pesada ni aburrida mientras se la vé. Pero cuando la película termina, de pronto nos damos cuenta de que no nos ha dicho nada, que no nos ha dejado nada. No nos ha contado ninguna historia, no nos ha relatado ninguna anécdota interesante. Y aunque sabemos que no es indispensable que toda película cuente una aventura, resulta que esta tampoco nos ilustra una doctrina moral, ni nos muestra alguna posición política, o por lo menos alguna teoría científica, ni nos ha hecho conocer algún lugar geográfico como los documentales. Nada de nada. El vacio total. O sea que el director parece tener buen oficio para contar cosas, pero lamentablemente no tiene nada para contar. Me parece que habría que prohibirle hacer ninguna otra película mientras no demuestre que tiene realmente, algo para decir. Pues este tipo de cineastas, que hacen películas solo para su diversión, aunque no tengan nada que comunicar a los demás, pienso que defraudan a todos los incautos que se ponen a ver alguna obra suya, haciendo perder un tiempo que podría usarse en algo mejor, sea tejer, leer un libro o ver un partido de futbol. Sin mencionar la estafa económica si además cobran para ver semejante broma. Realmente espero que este señor Martin Rejtman, encuentre algún buen tema y lo filme con su buen oficio; para que tengamos una película suya que justifique que la veamos.
Silvia Prieto es una chica de 27 años, que el día de su cumpleaños decide cambiar de vida. Entra a trabajar de moza, se compra un canario, que ella pretendía que no cantara, pero a lo largo de la peli, se lo oye cantar constantemente,y dejará de fumar marihuana. De su pasado y de su vida interior no se sabe nada. No se sabe si ese cambio es para mejor o peor. Los otros personajes son: su ex marido, con el que tiene una rara amistad, Brite, compañera de trabajo, y Gabriel, que es el ex de Brite, y con el cual empezará algo parecido a un romance pero que no está muy definido. Hay algunos razgos distintivos en Silvia, como el de trozar pollos en doce partes iguales, escena que se repite varias veces, y la más fuerte que es cuando se entera de que hay otras mujeres con su nombre y decide reunirlas a todas, no se sabe para qué.¿El director habrá querido presentar un conflicto de identidad? Pero todo es incompleto.Todas las conversaciones son monocordes y no llevan a nada. Silvia parece harta de su trabajo (lleva la cuenta de todos los cafés que sirvió), pero no lo dice ni tiene ninguna expresión que lo demuestre. En definitiiva, no sé si estoy ante una película cómica, o todo es un experimento del absurdo llevado al cine. Tengo que aclarar que me aburrió, que no me aportó absolutamente nada y por lo tanto no me gustó. Ana María
Cada vez que aparece el tema del doble, de lo repetido, pienso en un ensayo de Freud sobre “Lo siniestro”, lo define como todo aquello que debía haber quedado oculto, secreto, pero que de alguna manera tiende a manifestarse. A partir de esta idea plantea una serie de situaciones donde lo siniestro se haría presente, entre ellas se encuentran: 1) La idea de que un objeto sin vida esté en alguna forma animado. 2) El concepto de «doble» o del «otro yo», es decir la aparición de personas consideradas idénticas. 3) La repetición involuntaria de un hecho entendido como un impulso interior. Si bien esto es un recorte muy básico del pensamiento de Freud en torno al tema, puntualmente se me ocurrió relacionarlo con la trama de “Silvia Prieto”. *El doble: este no se ve reflejado en una imagen similar sino en la portación del nombre, la situación molesta y obsesiona a Silvia al punto de desear la muerte de la mujer con quien lo comparte. Tanto Silvia como Brite detestan que se las identifique o compare con la muñequita de porcelana, en un claro gesto de no querer verse reflejadas en otra imagen. Silvia sustituye a la anterior promotora muerta en el accidente. Usa su uniforme. La banda de música se llama “El otro yo”. *La repetición: Silvia acumula bandejas con pollos trozados en doce partes iguales, todos los días al regresar a su casa repite cuidadosamente el ritual. Por otro lado lleva la cuenta de todos los cafés y cortados que sirvió en su trabajo. *Los objetos: resulta sumamente interesante el protagonismo que adquieren, se los resignifica de manera tal que se personalizan y su recorrido parece decidir el giro de la historia, centrándose en los lugares por donde pasan y en el modo en que se conectan con quienes los poseen: la muñequita de porcelana es rechazada y desechada sin que nadie se haga cargo de ella, curiosamente quien la adopta está relacionado a la banda “El otro yo” y a “la otra Silvia”. El saco Armani es robado, regalado, vendido y finalmente revendido a su primer dueño. La lámpara de botella cae en manos de quien intenta sacar de su vida el sobrenombre homónimo, pero el apodo lo sigue acompañando aún entre sus nuevos compañeros de prisión. El tapado de piel usado para las citas. Los productos para el cabello como excusas de diálogo. Las muestras de jabón en polvo que propician el encuentro… Todo parece casualidad y a su vez la obra de un titiritero que juega con ellos, que cruza sus hilos. Los objetos marcan una ruta y tras de ellos va la narración. Quizás es un poco forzado intuir algo siniestro en esta comedia, sin embargo me resultó inevitable la asociación. Sin duda hay una marcada tendencia hacia lo absurdo, pero este se naturaliza y los diálogos, a veces en un tono monocorde, suenan cotidianos a pesar de lo extraordinario. Silvia cuenta, narra su historia y termina reunida con las otras Silvias, su imagen no se ve entre las demás ¿Es ella quien las filma? ¿Son ellas ahora parte de su historia?
Desde el principio la pelicula suena “rara”, los pensamientos de la protagonista llaman la atención, los siguientes personajes que se van incorporando también suenan raros. Parece que todos los que son rozados por el argumento funcionan dando respuestas no pensadas, irracionales, superficiales, contrarias a las formas usuales de comportamiento, insostenibles en un mundo con mediana lógica.
Así Silvia Prieto decide cambiar de vida y toma determinaciones como dejar su trabajo de mesera y otras más insustanciales como comprar un canario colorado, pero a condición que no cante. La adornan otras rarezas tales como su obsesión de trozar y cocinar montones de pollo que ofrece a quien llegue a su casa, asi sea en el desayuno. La manera en que se vincula y se desvincula de Gabriel que termina preso por otra estupidez, como fumar porros en un lugar publico. Reemplazar a Gabriel por el otro preso que liberan en su lugar. El enojo que le produce encontrar que hay otra Silvia Prieto en la guia. La relación con el dueño del saco Armani, dejandolo sin saco y plantado
Los otros personajes también funcionan de manera extraña, el ex de Silvia le regala una cantidad de dólares sin ningun comentario especial (esos son ex maridos!!!!), luego aparece a cenar en la casa de ella con su nueva novia sin avisar nada, Brite (la marca reemplaza al nombre) propone presentarle su ex a quien apenas conoce, y la reunión final de las mujeres que solo tienen en comun su nombre culmina el disparate.
Lo interesante es que, así como al principio todo eso suena muy loco, cuando uno se pone a pensar en conductas de gente que conoce, encuentra pedacitos de comportamientos reconocibles en los personajes. El personaje central es capaz de mentir e inventar cualquier cosa sin el menor sentido (“me voy a Europa” al taxista, “dejé el canario con mi mamá” a su pareja encarcelada) mientras el encarnado por Valeria Bertucelli es una insidiosa en estado químicamente puro, capaz de hacer comentarios irritantes o que llevan al otro a tomar actitudes equivocadas.
Es difícil definir si es un corte transversal de un conjunto de gente disparatada o una descripción de la sociedad en la que vivimos.
Silvia Prieto pretende ser única. Y ensaya gestos para defender esa identidad. Termina con una relación, cambia de trabajo, se compra un canario...
ResponderEliminarSin embargo en la trama de su vida, aparecen personas que la definen. No podemos ser sin los otros...aunque no nos guste eso que somos.No podemos tampoco ser sin los objetos : un saco Armani, una muñequita, un contestador, una reproductora de video, un tapado de piel. .No podemos ser sin la comida: : restaurantes, comida china, pollo trozado, desayunos. Son demasiadfas las cosas , personas y enredos que tejen la trama de la vida de Silvia Prieto
Hasta no puede ser sin conocer a su par..a aquella que por azar lleva su nombre. Esta película me hizo recordar a un libro de Richard Bach.."Todos somos uno y muchos",
Es una película de identidad. De ser con los otros para ser. De redefinirnos permanentemente...de sorprendernos con lo que somos capaz de ser...de volver una y otra vez a los viejos objetos mientras le damos valor a otros nuevos.
La película para mí es una batalla por la identidad. Que está..siempre. Y no es tan exclusiva. Es construída por los otros..y por el lugar que le damos en nuestrasd vidas.
Esa es la verdadera identidad: lo que elegimos, lo que desechamos, lo que preferimos, .En conclusión: : el mundo que nos rodea, porque nosotros lo hicimpos parte nuestra.
Adriana
SOBRE EL FILM SILVIA PRIETO:
ResponderEliminarLa impresión que me dio la película es que mientras transcurre, es fácil de ver, agil y liviana.
Porque va mostrando varios personajes más o menos entretenidos y ligeramente simpáticos: por ejemplo, a la protagonista que le preocupa que haya otras personas con su nombre y tiene la obsesión de cortar pollos en 12 trozos, aparte de cansarse muy rápido de sus trabajos; otro que vive amargado porque le dicen “botella de lámpara”; otros que entablan y deshacen relaciones como quien se cambia de camisa. Todo en forma deshilvanada, inconexa y poniendo entremedio situaciones insólitas y algunas absurdas; como seguir las aventuras de una estatuita barata que pasa de mano en mano, convertida en un personaje más.
Como digo, todo esto, con buen ritmo, hace que la cinta no sea pesada ni aburrida mientras se la vé.
Pero cuando la película termina, de pronto nos damos cuenta de que no nos ha dicho nada, que no nos ha dejado nada. No nos ha contado ninguna historia, no nos ha relatado ninguna anécdota interesante.
Y aunque sabemos que no es indispensable que toda película cuente una aventura, resulta que esta tampoco nos ilustra una doctrina moral, ni nos muestra alguna posición política, o por lo menos alguna teoría científica, ni nos ha hecho conocer algún lugar geográfico como los documentales.
Nada de nada. El vacio total.
O sea que el director parece tener buen oficio para contar cosas, pero lamentablemente no tiene nada para contar.
Me parece que habría que prohibirle hacer ninguna otra película mientras no demuestre que tiene realmente, algo para decir.
Pues este tipo de cineastas, que hacen películas solo para su diversión, aunque no tengan nada que comunicar a los demás, pienso que defraudan a todos los incautos que se ponen a ver alguna obra suya, haciendo perder un tiempo que podría usarse en algo mejor, sea tejer, leer un libro o ver un partido de futbol. Sin mencionar la estafa económica si además cobran para ver semejante broma.
Realmente espero que este señor Martin Rejtman, encuentre algún buen tema y lo filme con su buen oficio; para que tengamos una película suya que justifique que la veamos.
Omar
Silvia Prieto es una chica de 27 años, que el día de su cumpleaños decide cambiar de vida.
ResponderEliminarEntra a trabajar de moza, se compra un canario, que ella pretendía que no cantara, pero a lo largo de la peli, se lo oye cantar constantemente,y dejará de fumar marihuana. De su pasado y de su vida interior no se sabe nada. No se sabe si ese cambio es para mejor o peor.
Los otros personajes son: su ex marido, con el que tiene una rara amistad, Brite, compañera de trabajo, y Gabriel, que es el ex de Brite, y con el cual empezará algo parecido a un romance pero que no está muy definido.
Hay algunos razgos distintivos en Silvia, como el de trozar pollos en doce partes iguales, escena que se repite varias veces, y la más fuerte que es cuando se entera de que hay otras mujeres con su nombre y decide reunirlas a todas, no se sabe para qué.¿El director habrá querido presentar un conflicto de identidad? Pero todo es incompleto.Todas las conversaciones son monocordes y no llevan a nada.
Silvia parece harta de su trabajo (lleva la cuenta de todos los cafés que sirvió), pero no lo dice ni tiene ninguna expresión que lo demuestre.
En definitiiva, no sé si estoy ante una película cómica, o todo es un experimento del absurdo llevado al cine. Tengo que aclarar que me aburrió, que no me aportó absolutamente nada y por lo tanto no me gustó.
Ana María
Cada vez que aparece el tema del doble, de lo repetido, pienso en un ensayo de Freud sobre “Lo siniestro”, lo define como todo aquello que debía haber quedado oculto, secreto, pero que de alguna manera tiende a manifestarse.
ResponderEliminarA partir de esta idea plantea una serie de situaciones donde lo siniestro se haría presente, entre ellas se encuentran:
1) La idea de que un objeto sin vida esté en alguna forma animado.
2) El concepto de «doble» o del «otro yo», es decir la aparición de personas consideradas idénticas.
3) La repetición involuntaria de un hecho entendido como un impulso interior.
Si bien esto es un recorte muy básico del pensamiento de Freud en torno al tema, puntualmente se me ocurrió relacionarlo con la trama de “Silvia Prieto”.
*El doble: este no se ve reflejado en una imagen similar sino en la portación del nombre, la situación molesta y obsesiona a Silvia al punto de desear la muerte de la mujer con quien lo comparte.
Tanto Silvia como Brite detestan que se las identifique o compare con la muñequita de porcelana, en un claro gesto de no querer verse reflejadas en otra imagen.
Silvia sustituye a la anterior promotora muerta en el accidente. Usa su uniforme.
La banda de música se llama “El otro yo”.
*La repetición: Silvia acumula bandejas con pollos trozados en doce partes iguales, todos los días al regresar a su casa repite cuidadosamente el ritual.
Por otro lado lleva la cuenta de todos los cafés y cortados que sirvió en su trabajo.
*Los objetos: resulta sumamente interesante el protagonismo que adquieren, se los resignifica de manera tal que se personalizan y su recorrido parece decidir el giro de la historia, centrándose en los lugares por donde pasan y en el modo en que se conectan con quienes los poseen: la muñequita de porcelana es rechazada y desechada sin que nadie se haga cargo de ella, curiosamente quien la adopta está relacionado a la banda “El otro yo” y a “la otra Silvia”. El saco Armani es robado, regalado, vendido y finalmente revendido a su primer dueño. La lámpara de botella cae en manos de quien intenta sacar de su vida el sobrenombre homónimo, pero el apodo lo sigue acompañando aún entre sus nuevos compañeros de prisión. El tapado de piel usado para las citas. Los productos para el cabello como excusas de diálogo. Las muestras de jabón en polvo que propician el encuentro… Todo parece casualidad y a su vez la obra de un titiritero que juega con ellos, que cruza sus hilos. Los objetos marcan una ruta y tras de ellos va la narración.
Quizás es un poco forzado intuir algo siniestro en esta comedia, sin embargo me resultó inevitable la asociación.
Sin duda hay una marcada tendencia hacia lo absurdo, pero este se naturaliza y los diálogos, a veces en un tono monocorde, suenan cotidianos a pesar de lo extraordinario.
Silvia cuenta, narra su historia y termina reunida con las otras Silvias, su imagen no se ve entre las demás ¿Es ella quien las filma? ¿Son ellas ahora parte de su historia?
SILVIA PRIETO
ResponderEliminarDesde el principio la pelicula suena “rara”, los pensamientos de la protagonista llaman la atención, los siguientes personajes que se van incorporando también suenan raros. Parece que todos los que son rozados por el argumento funcionan dando respuestas no pensadas, irracionales, superficiales, contrarias a las formas usuales de comportamiento, insostenibles en un mundo con mediana lógica.
Así Silvia Prieto decide cambiar de vida y toma determinaciones como dejar su trabajo de mesera y otras más insustanciales como comprar un canario colorado, pero a condición que no cante. La adornan otras rarezas tales como su obsesión de trozar y cocinar montones de pollo que ofrece a quien llegue a su casa, asi sea en el desayuno. La manera en que se vincula y se desvincula de Gabriel que termina preso por otra estupidez, como fumar porros en un lugar publico. Reemplazar a Gabriel por el otro preso que liberan en su lugar. El enojo que le produce encontrar que hay otra Silvia Prieto en la guia. La relación con el dueño del saco Armani, dejandolo sin saco y plantado
Los otros personajes también funcionan de manera extraña, el ex de Silvia le regala una cantidad de dólares sin ningun comentario especial (esos son ex maridos!!!!), luego aparece a cenar en la casa de ella con su nueva novia sin avisar nada, Brite (la marca reemplaza al nombre) propone presentarle su ex a quien apenas conoce, y la reunión final de las mujeres que solo tienen en comun su nombre culmina el disparate.
Lo interesante es que, así como al principio todo eso suena muy loco, cuando uno se pone a pensar en conductas de gente que conoce, encuentra pedacitos de comportamientos reconocibles en los personajes. El personaje central es capaz de mentir e inventar cualquier cosa sin el menor sentido (“me voy a Europa” al taxista, “dejé el canario con mi mamá” a su pareja encarcelada) mientras el encarnado por Valeria Bertucelli es una insidiosa en estado químicamente puro, capaz de hacer comentarios irritantes o que llevan al otro a tomar actitudes equivocadas.
Es difícil definir si es un corte transversal de un conjunto de gente disparatada o una descripción de la sociedad en la que vivimos.
Jorge