Me pareció una película "sugerente". Un accidente que debería ser algo real, con elementos concretos, se convierte en algo incierto; pasó realmente? O quien puede afirmar que realmente pasó? o ..cuáles fueron las consecuencias? En esta película hay elementos evidentes: la sociedad que sienpre está...y su juicio implacable.Pero hay otros no tan evidentes, pero no menos reales o significativos.La culpa, el encubrimiento, la negación. Qué es el ser humano? Lo que muestra o lo que esconde? Qué nos mantiene en los cánones permitidos de una sociedad ? Lo que somos o lo que aparentamos ser'?
Verónica parece moverse en esos dos mundos...en cuál se siente más cómoda? En cuál ES realmente ella misma? Percibo...que en el plano del error..del miedo, de lo oculto...Un perro muerto es una mera apariencia...y las apariencias no son el ser. El ser tambien se evidencia en las sombras. Por más que la luz censora de la sociedad nos ciegue.
Desde el inicio de la película Verónica tiene aspecto de estar en otra parte, o de tener la cabeza en otra parte. Los diálogos iniciales donde se cruzan tortugas en piletas con vecinos fastidiosos son algo inconexos, como fragmentarios. Cuando ocurre el accidente en la ruta, la imagen que se pierde rápidamente sugiere el cuerpo arrollado de un perro, pero es solo un instante, no es posible asegurarlo para el espectador, y quizás tampoco para ella. Por un momento toma contacto con la realidad, cuando se va al cuarto de hotel con Juanma y su comportamiento cambia en consecuencia. Ese encuentro parece ser totalmente casual y su desarrollo parece sorprender a ambos. Mucho más adelante Verónica pregunta a la recepcionista quien ocupó la habitación 518 ese día. La respuesta negativa puede hacer suponer que el encuentro solo ocurrió en su fantasía.
Después ella deambula por los quehaceres de la vida sin terminar de resolver nada ¿Estará perdida en sus pensamientos, pensando como resolver su vida?
Su marido parece ser bastante elemental y no tener mucho para compartir con ella, la manera poco convincente en que explica sus demoras señala su falta de interés en compartir el tiempo con ella, pero mantiene la actitud de consuelo “…no pasó nada, fue solo un perro”, aunque asume su defensa como si el atropellado fuera una persona, trata de ocultar el accidente llevando a arreglar el coche y haciendo averiguaciones legales para poder cubrirla.
La trama de ocultamiento involucra a todos los conocidos con poder que pueden colaborar y queda claro un juego de intercambio de favores. Esas descripciones de la clase acomodada contrastan con la resignación del fabricante de macetas que da cuenta que le “falta un chango desde hace unos dias”.
La sensación de opresión que es remarcada por la tormenta y la tensión homosexual que chisporrotea en una escena con Candita parecen ser infaltables en las películas de Martel. El verdadero juego en el que el espectador entra no termina de ser revelado, quedan muchas dudas e incertezas ¿Cómo en la vida misma? Jorge
La protagonista, Vero, sufre un shock por haber atropellado algo, persona, perro?, y aunque se ve claramente que está muy alterada, los que la rodean no parecen notar su estado de ánimo. Todos mantienen relaciones superficiales, como así también algunos diálogos bastante ridículos. Es interesante como Lucrecia Martel muestra sutilmente como no hacerse cargo de los hechos terribles que nos pueden ocurrir, ¿será una referencia indirecta a nuestro pasado reciente? Una sociedad que evitaba hacerse cargo de lo que estaba pasando en el país.
Sin embargo Vero parece estar angustiada desde antes del accidente, esto parece tener relación con la relación poco afectiva que resulta evidente, tanto con el marido como con el resto de la familia. Pareciera que la relación en el hotel con el primo es una reacción desesperada ante la falta de atención que parece sentir Vero.
El posible atropello de un perro los tranquiliza, también esto me parece una metáfora de cómo actúan frente al desvalido, el que sea un perro hace que no sea necesario ni siquiera detenerse?, qué debería ser moralmente obligatorio para proceder a tener un comportamiento solidario en esa sociedad medio pelo?, si fuera un changuito de los que aparecen ofreciendo trabajo, se detendrían?. El marido, a toda costa, quiere justificar el hecho por la tormenta, aunque ella aclara que fue antes y en la escena se ve claramente que el día estaba soleado y ocurrió porque se distrajo con el celular.
La hija de la prima es la única que manifiesta un sentimiento fuerte que declara abiertamente hacia la protagonista. En sus películas la directora muestra ambiguamente relaciones amorosas femeninas, pero creo que esta peli es la unica en donde se expresan claramente, es llamativo también que la reacción de Vero ante esta situación sea normal, tal vez sea una manera de expresar que estas relaciones han sido aceptadas en alguna medida por la sociedad actual.
La relación entre clases es mostrada magistralmente como en las otras pelis, de manera más marcada en ésta ya que los sirvientes pasan por las distintas escenas sin notarse demasiado, por otro lado Vero le ofrece a un chico alimentos y ropa, pero sin mucho entusiasmo.
Después de ver esta trilogía lo que admiro de Lucrecia Martel es que, aunque sus pelis no sean explícitamente políticas, en todas ellas se marcan comportamientos que describen en gran medida a esta sociedad.
Sin duda, a la directora le gusta contar sus historias de un modo difuso, borroso y nada enfático.
Por lo menos así lo demuestra en sus tres películas que hemos visto en este ciclo. Sobre todo en la primera, La Ciénaga y en esta que es la tercera.
Es un estilo cinematográfico muy personal, que debemos respetar; aunque yo humildemente pienso que mostrar las cosas de un modo confuso no las hace más “artísticas”, sea ello un cuento, una escultura o una película.
Así, en esta obra Martel nos muestra a una mujer que embiste “algo” con su coche en una ruta. Pero ni ella, ni nosotros, sabremos nunca con certeza si fue un objeto, un animal o una persona.
Se insinúa que su esposo, su amante y su hermano, estarían encubriendo su accidente, pero eso tampoco se confirma en absoluto.
La cámara muestra un bulto tirado sobre el camino, más parecido a un perro que a una persona. Aunque después nos hace sospechar que podría haber sido uno de los que jugaban al principio, en ese mismo lugar; que eran precisamente tres chicos, pero también con un perro. Manteniendo así la ambigüedad.
Siguiendo el mismo juego, muestra el hallazgo del cuerpo de un niño en la boca de un canal; pero nada explica como ese cuerpo pudo haber saltado del camino donde fue chocado, al fondo del canal donde fue encontrado. Provocando nuevamente la duda sobre la realidad.
En definitiva, la película me provoca la impresión de estar viendo una realidad pero a través de un vidrio traslucido, que deforma y confunde las imágenes; igual a las últimas escenas de la cinta, con los personajes en una reunión tras una mampara semitransparente.
Por todo eso, el único mensaje que me quedó claro al terminar de verla, es que no hay que atender el celular cuando se está manejando…
Me pareció una película "sugerente". Un accidente que debería ser algo real, con elementos concretos, se convierte en algo incierto; pasó realmente? O quien puede afirmar que realmente pasó? o ..cuáles fueron las consecuencias? En esta película hay elementos evidentes: la sociedad que sienpre está...y su juicio implacable.Pero hay otros no tan evidentes, pero no menos reales o significativos.La culpa, el encubrimiento, la negación.
ResponderEliminarQué es el ser humano? Lo que muestra o lo que esconde? Qué nos mantiene en los cánones permitidos de una sociedad ? Lo que somos o lo que aparentamos ser'?
Verónica parece moverse en esos dos mundos...en cuál se siente más cómoda? En cuál ES realmente ella misma?
Percibo...que en el plano del error..del miedo, de lo oculto...Un perro muerto es una mera apariencia...y las apariencias no son el ser. El ser tambien se evidencia en las sombras. Por más que la luz censora de la sociedad nos ciegue.
Adriana
La Mujer sin cabeza
ResponderEliminarDesde el inicio de la película Verónica tiene aspecto de estar en otra parte, o de tener la cabeza en otra parte. Los diálogos iniciales donde se cruzan tortugas en piletas con vecinos fastidiosos son algo inconexos, como fragmentarios. Cuando ocurre el accidente en la ruta, la imagen que se pierde rápidamente sugiere el cuerpo arrollado de un perro, pero es solo un instante, no es posible asegurarlo para el espectador, y quizás tampoco para ella. Por un momento toma contacto con la realidad, cuando se va al cuarto de hotel con Juanma y su comportamiento cambia en consecuencia. Ese encuentro parece ser totalmente casual y su desarrollo parece sorprender a ambos. Mucho más adelante Verónica pregunta a la recepcionista quien ocupó la habitación 518 ese día. La respuesta negativa puede hacer suponer que el encuentro solo ocurrió en su fantasía.
Después ella deambula por los quehaceres de la vida sin terminar de resolver nada ¿Estará perdida en sus pensamientos, pensando como resolver su vida?
Su marido parece ser bastante elemental y no tener mucho para compartir con ella, la manera poco convincente en que explica sus demoras señala su falta de interés en compartir el tiempo con ella, pero mantiene la actitud de consuelo “…no pasó nada, fue solo un perro”, aunque asume su defensa como si el atropellado fuera una persona, trata de ocultar el accidente llevando a arreglar el coche y haciendo averiguaciones legales para poder cubrirla.
La trama de ocultamiento involucra a todos los conocidos con poder que pueden colaborar y queda claro un juego de intercambio de favores. Esas descripciones de la clase acomodada contrastan con la resignación del fabricante de macetas que da cuenta que le “falta un chango desde hace unos dias”.
La sensación de opresión que es remarcada por la tormenta y la tensión homosexual que chisporrotea en una escena con Candita parecen ser infaltables en las películas de Martel. El verdadero juego en el que el espectador entra no termina de ser revelado, quedan muchas dudas e incertezas ¿Cómo en la vida misma?
Jorge
La protagonista, Vero, sufre un shock por haber atropellado algo, persona, perro?, y aunque se ve claramente que está muy alterada, los que la rodean no parecen notar su estado de ánimo. Todos mantienen relaciones superficiales, como así también algunos diálogos bastante ridículos. Es interesante como Lucrecia Martel muestra sutilmente como no hacerse cargo de los hechos terribles que nos pueden ocurrir, ¿será una referencia indirecta a nuestro pasado reciente? Una sociedad que evitaba hacerse cargo de lo que estaba pasando en el país.
ResponderEliminarSin embargo Vero parece estar angustiada desde antes del accidente, esto parece tener relación con la relación poco afectiva que resulta evidente, tanto con el marido como con el resto de la familia. Pareciera que la relación en el hotel con el primo es una reacción desesperada ante la falta de atención que parece sentir Vero.
El posible atropello de un perro los tranquiliza, también esto me parece una metáfora de cómo actúan frente al desvalido, el que sea un perro hace que no sea necesario ni siquiera detenerse?, qué debería ser moralmente obligatorio para proceder a tener un comportamiento solidario en esa sociedad medio pelo?, si fuera un changuito de los que aparecen ofreciendo trabajo, se detendrían?. El marido, a toda costa, quiere justificar el hecho por la tormenta, aunque ella aclara que fue antes y en la escena se ve claramente que el día estaba soleado y ocurrió porque se distrajo con el celular.
La hija de la prima es la única que manifiesta un sentimiento fuerte que declara abiertamente hacia la protagonista. En sus películas la directora muestra ambiguamente relaciones amorosas femeninas, pero creo que esta peli es la unica en donde se expresan claramente, es llamativo también que la reacción de Vero ante esta situación sea normal, tal vez sea una manera de expresar que estas relaciones han sido aceptadas en alguna medida por la sociedad actual.
La relación entre clases es mostrada magistralmente como en las otras pelis, de manera más marcada en ésta ya que los sirvientes pasan por las distintas escenas sin notarse demasiado, por otro lado Vero le ofrece a un chico alimentos y ropa, pero sin mucho entusiasmo.
Después de ver esta trilogía lo que admiro de Lucrecia Martel es que, aunque sus pelis no sean explícitamente políticas, en todas ellas se marcan comportamientos que describen en gran medida a esta sociedad.
Elba
"La mujer sin cabeza", de Lucrecia Martel.
ResponderEliminarSin duda, a la directora le gusta contar sus historias de un modo difuso, borroso y nada enfático.
Por lo menos así lo demuestra en sus tres películas que hemos visto en este ciclo. Sobre todo en la primera, La Ciénaga y en esta que es la tercera.
Es un estilo cinematográfico muy personal, que debemos respetar; aunque yo humildemente pienso que mostrar las cosas de un modo confuso no las hace más “artísticas”, sea ello un cuento, una escultura o una película.
Así, en esta obra Martel nos muestra a una mujer que embiste “algo” con su coche en una ruta. Pero ni ella, ni nosotros, sabremos nunca con certeza si fue un objeto, un animal o una persona.
Se insinúa que su esposo, su amante y su hermano, estarían encubriendo su accidente, pero eso tampoco se confirma en absoluto.
La cámara muestra un bulto tirado sobre el camino, más parecido a un perro que a una persona. Aunque después nos hace sospechar que podría haber sido uno de los que jugaban al principio, en ese mismo lugar; que eran precisamente tres chicos, pero también con un perro. Manteniendo así la ambigüedad.
Siguiendo el mismo juego, muestra el hallazgo del cuerpo de un niño en la boca de un canal; pero nada explica como ese cuerpo pudo haber saltado del camino donde fue chocado, al fondo del canal donde fue encontrado. Provocando nuevamente la duda sobre la realidad.
En definitiva, la película me provoca la impresión de estar viendo una realidad pero a través de un vidrio traslucido, que deforma y confunde las imágenes; igual a las últimas escenas de la cinta, con los personajes en una reunión tras una mampara semitransparente.
Por todo eso, el único mensaje que me quedó claro al terminar de verla, es que no hay que atender el celular cuando se está manejando…
Omar.