miércoles, 5 de septiembre de 2012

Una novia errante

Una novia errante / Argentina, 2007, 85 min.
Dirección: Ana Katz. Con Ana Katz, Carlos Portaluppi y Daniel Hendler.


3 comentarios:

  1. Cuántas llamadas deberá hacer Inés para convencerse que es una mujer abandonada? Cuándo tomará conciencia...y la insistencia dejará paso a la resignación?
    Ines comienza la pel{icula tratando de hacer entender a Miguel "lo que es una pareja"...y se pasa cuatro días asimilando la respuesta final de su novio.
    En Mar de Las Pampas comienza a reinventarse con rebeldía...no quiere ser esa mujer sola, no estaba en sus planes.Hace intentos de supervivencia que la rescaten de la desolacion...,pero lo mismo espera el milagro.Hace el ridículo, llora, se resiste, se enferma...no se da cuenta del bosque: está demasiado obsesionada con su árbol.
    Y aparecen los afectos verdaderos, aquellos que la aceptan tal cual es, con los que no debe ensayar escenas de pareja.Con los que puede calentarse al sol, y recibir la bendicion del agua del mar. Su hermana, su padre, antes el fastidio, ahora se convierten en esos seres que todos necesitamos alguna vez.Los que nos ayudan a transitar la soledad.

    Adriana

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  2. La novia errante

    ¿Todas las historias mínimas son interesantes? No estoy seguro.

    ¿Por qué me fastidió la personalidad de Inés? Tampoco estoy seguro.

    Siempre trato de ayudar a la gente que encuentro en problemas, entonces ¿porque no me da empatia esta pobre Inés? En principio ella trata de apretar a Miguel queriendo que defina su concepción de pareja, pero sus reproches son patéticos, él evidentemente está buscando como cortar con el vínculo sin asumir la responsabilidad de hacerlo. Cuando ella se baja del micro le deja la pelota en el área y él se manda a mudar.

    Quizás la pregunta pertinente sea si las relaciones que vienen cayéndose pueden reencaminarse aun cuando una de las partes está decidida a romper.

    Esa primera escena en el micro, con un conflicto que se viene desarrollando desde lejos me dio un poquito de simpatía hacia ella, pero allí nomás, cuando se pone fastidiosa, es como para entender a Miguel y, acto seguido, salir corriendo. A partir de allí se describe a una chica que no quiere estar sola, que no sabe estar sola y que probablemente representa a toda una capa de mujeres jóvenes, urbanas, y desubicadas. ¿a quien que no sea un desubicado se le ocurre llamar a la cuasi- suegra a las 6 de la mañana para decirle nada consistente?

    Todas las reacciones de Inés son de alguien inestable, inmaduro e insoportable. Que alguien, pareja o ex pareja, se meta en el correo o en el teléfono y borre los mensajes es inaguantable. Trata de avanzarse al empleado del hotel, coquetea un poquito con el empleado de la oficina de teléfonos y se molesta frente al avance de Portaluppi. Se la pasa pidiendo disculpas y metiendo la pata nuevamente a los tres minutos. Está muy bien descrito el ambiente tan peculiar que se genera en el balneario, me hacia acordar a la sociedad de San Marcos Sierra en “Pajaros volando”.

    No puedo dejar de evocar “Las Acacias”, otra historia mínima pero profunda y llena de matices a pesar de la parquedad de los protagonistas. Tampoco puedo dejar de preguntarme si el hecho de que Katz sea directora y actriz principal no influirá en los innumerables primeros planos que, más que trasmitir angustia, me llegaron a resultar fastidiosos. Y, finalmente, llegan el padre y la hermana en rescate de la errante, lo que resulta consistente es que la relación familiar resulta totalmente anodina y poco afectuosa, ¿Cómo podría ser diferente la pobre Inés?

    En conclusión, (poniéndome malo) me parece más una publicidad del municipio de Mar de Las Pampas que una obra de arte.
    Jorge

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  3. Inés no puede ver más allá de si misma.
    Su novio es una pieza de un juego que ella creó y que pretende se juegue con sus pautas.
    Inés no puede ver al otro. No puede entender que el otro tiene necesidades propias y que probablemente estas no respondan a lo que ella idealizó.
    Inés reclama, reprocha, se victimiza, exige hablar pero en ese diálogo sólo quiere escuchar algo que su novio no puede decirle, simplemente porque no lo siente.
    Inés es la perfecta histérica: no quiere lo que tiene o por lo menos no lo quiere bajo la forma en que se presenta, pero tampoco soporta perderlo, quiere mantenerlo y que funcione tal cuál ella lo planificó.
    En esa lucha por defender su “castillo azul” también se olvida de su dignidad: se enoja, insulta, agrede para luego pedir perdón, humillarse e implorar que las cosas vuelvan al lugar de su deseo.
    En su ceguera tampoco puede ver que por su vida pasan otras cosas: familia, relaciones nuevas, el mar, las cabalgatas… todo se desdibuja, Inés sólo puede verse inmersa en la historia que quiere vivir. No comprende que asfixia, que oprime.
    Cuando las cosas se mueven de su eje ella no se reacomoda, insiste, no entiende que desde el silencio su novio le dice a gritos “esto no va más”.
    Creo que los grandes ejes de la película son la incomunicación y la histeria. Un entramado de relaciones que se cuentan desde un único punto de vista: el lugar desde donde Inés construye su universo. ¿Será capaz de relajarse y mirar desde otro lado al encontrar la contención familiar? ¿O volverá a insistir en su obsesión?...

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