La película, además de parecerme muy entretenida, me deja pensando en los universos simultáneos que habitamos, en nuestras "máscaras", que a veces se transforman en nuestro verdadero ser y vicecersa. ¿Dónde se produce la ruptura? ¿Cuándo empezamos a ser nosotros mismos y cuándo recomenzamos a desempeñar el papel escrito para nosotros?
¿Es cuándo nos dejan solos, cuándo realmente apelamos a nuestra libertad? Y cuando nos sentimos mirados...¿somos realmente nosotros? ¿O nos insinuamos?
Creo que la neurosis del director, coincide con ese afán de controlar todo, de parecernos a veces a un Dios que hace malabarismos para que su creación no se disperse, no lo sorprenda, no lo disguste. Esa especie de marionetas que ocasionalmente somos los seres humanos...tenemos otro costado detrás de bambalinas: más espontáneo, más caótico. A veces, ese estado es censurado, otras, , despues de unas largas batallas, a pesar de los condicionamientos, creo que la libertad se impone. La vida es un enredo...entramos y salimos de escenarios ..seguimos guiones impuestos, nos olvidamos la letra, improvisamos, aflora lo mejor y lo peor cuando menos lo esperamos, pero siempre..nos escondemos para ser. Creo que la tutela de la mirada ajena, nos acompaña y guía, otras nos coarta. Pero eso es lo que somos...una moneda de dos caras, lo que representramos para la aprobación, y lo que nos animamos a ser realmente. El teatro de la vida nos ofrece siempre la posibilidad de elegir.
Noises off
ResponderEliminarLa película, además de parecerme muy entretenida, me deja pensando en los universos simultáneos que habitamos, en nuestras "máscaras", que a veces se transforman en nuestro verdadero ser y vicecersa. ¿Dónde se produce la ruptura? ¿Cuándo empezamos a ser nosotros mismos y cuándo recomenzamos a desempeñar el papel escrito para nosotros?
¿Es cuándo nos dejan solos, cuándo realmente apelamos a nuestra libertad? Y cuando nos sentimos mirados...¿somos realmente nosotros? ¿O nos insinuamos?
Creo que la neurosis del director, coincide con ese afán de controlar todo, de parecernos a veces a un Dios que hace malabarismos para que su creación no se disperse, no lo sorprenda, no lo disguste. Esa especie de marionetas que ocasionalmente somos los seres humanos...tenemos otro costado detrás de bambalinas: más espontáneo, más caótico. A veces, ese estado es censurado, otras, , despues de unas largas batallas, a pesar de los condicionamientos, creo que la libertad se impone.
La vida es un enredo...entramos y salimos de escenarios ..seguimos guiones impuestos, nos olvidamos la letra, improvisamos, aflora lo mejor y lo peor cuando menos lo esperamos, pero siempre..nos escondemos para ser. Creo que la tutela de la mirada ajena, nos acompaña y guía, otras nos coarta. Pero eso es lo que somos...una moneda de dos caras, lo que representramos para la aprobación, y lo que nos animamos a ser realmente.
El teatro de la vida nos ofrece siempre la posibilidad de elegir.
Adriana