Yuki y Nina Me pareció genial la manera de tratar esta problemática tan actual, siempre vigente. ¿Qué les pasa a los hijos cuando los padres se separan? Muchos son conducidos por las experiencias de los padres hacia rupturas innumerables que a veces los adultos ignoramos. El cambio de amistades, de ciudad, de escuela, de vecinos, de juegos, de rutinas, de hábitos....
Igual vemos como son capaces de reconstruir esos vínculos que los identifica como niños, de ganar el cariño de otros pares, de rehacer un mundo de juegos y fantasía, de habituarse y acomodarse a otros lugares, otra gente, otro paisaje…
La capacidad de soñar e imaginar la manera de permanecer en el estado ideal –de FELICIDAD- que es el presente.
Se ve ahí en la lucha de las niñas por seguir juntas, un intento de ayudar muy cargado de deseo: la operatoria desplegada para lograr que el estado de cosas mejore, que todos se salven, que los papas puedan ser felices para que “las niñas” sean felices. Es también un deseo de esclarecimiento de la situación, a Juki le angustia ver que “si se van a separar porque no son felices, entonces por qué no están felices?” La paradoja de la vida cotidiana.
En el ultimátum de Nina a Juki, para que decida quedarse, y el posterior alejamiento de Nina, es el símbolo del dolor por la pérdida, es el arrancarse del alma, de una sola vez, el motivo de la pena. Las dos quedan sumidas en la soledad…
El director nos hace entrar en los sentimientos de Juki, ama a su mamá, pero quiere quedarse con el papá, retener su historia, la amiga, el colegio, la vida cotidiana…Nina, enganchada en el mismo deseo trama… ¿el escape? ¿sueño, deseo o realidad?
Qué bonito juego del inconsciente. La vida es sueño siempre, en ellos vivimos esa vida que parece negársenos.
Aca –en la escena de la huida- se mezcla la realidad con el deseo/sueño; el deseo que siempre nos salva de la cruda realidad.
Juntas hacia el bosque, en el tren de la felicidad…pero el bosque parece esconder un secreto, el de los afectos y los vínculos, la llave que abre la puerta de la realidad; como cuando Alicia –en el país de las maravillas- cae por el túnel…. (Alicia escapa de la realidad que la quiere sacar de su mundo de sueños) En el bosque las amigas se pierden y se recuperan, se encuentran los papás y sus hijas y, finalmente, la salida del bosque –como el despertar del sueño- es Japón…Juki ya está con su mamá en su nueva vida…
Los primeros dos tercios de la película me parecieron una historia simple pero bien contada, con esas dos nenas simpáticas queriendo impedir el divorcio de los padres de la japonesa Yuki.
Pero en el último tercio, cuando la niña entra a un bosque en Francia, se extravía y sale en Japón, se introduce un componente fantástico que resulta incongruente con el modo realista con que se venía relatando la historia.
A tal punto que en un primer momento pensé que nos abríamos salteado alguna escena, como ocurría en el viejo Cine Ocean, cuando se salteaban algún rollo de la película.
Elemento fantástico que por otro lado, creo que es totalmente innecesario, pues lo mismo hubiera sido hacer un fundido y mostrar a la familia en Japón; quizás con un pequeño corte sobre un aeropuerto, para más claridad.
Y a partir de allí, de la salida del bosque, encontré que todo es muy confuso y poco explícito.
No se sabe concretamente si la niña está con su padre francés o con un padrastro japonés, se omite toda explicación sobre la separación o reconciliación de los padres, etc.-
Y lo que es peor, Nina, la coprotagonista, deja de existir y es borrada sin explicación alguna, por lo que podemos preguntarnos para que se la hizo intervenir como personaje importante en el relato, durante toda la primer parte, si al final no tenía ninguna relevancia.
Por otra parte, encontramos que no hay ningún final sorprendente o curioso; sino que todo queda en la inocua historia de un niña cuyos padres se separan y que va a vivir con uno de ellos. De la que tenemos montones de ejemplos a la vuelta de casa. Creo que la obra se justificaría si pasara algo diferente, una vuelta de tuerca inesperada o algo parecido; pero no, si no cuenta nada.
En definitiva, me parece una película desperdiciada en relatar una historia sin ningún interés, que además está mal contada, de modo confuso y sin por lo menos un impacto final que la rescate.
Yuki y Nina
ResponderEliminarMe pareció genial la manera de tratar esta problemática tan actual, siempre vigente. ¿Qué les pasa a los hijos cuando los padres se separan?
Muchos son conducidos por las experiencias de los padres hacia rupturas innumerables que a veces los adultos ignoramos. El cambio de amistades, de ciudad, de escuela, de vecinos, de juegos, de rutinas, de hábitos....
Igual vemos como son capaces de reconstruir esos vínculos que los identifica como niños, de ganar el cariño de otros pares, de rehacer un mundo de juegos y fantasía, de habituarse y acomodarse a otros lugares, otra gente, otro paisaje…
La capacidad de soñar e imaginar la manera de permanecer en el estado ideal –de FELICIDAD- que es el presente.
Se ve ahí en la lucha de las niñas por seguir juntas, un intento de ayudar muy cargado de deseo: la operatoria desplegada para lograr que el estado de cosas mejore, que todos se salven, que los papas puedan ser felices para que “las niñas” sean felices. Es también un deseo de esclarecimiento de la situación, a Juki le angustia ver que “si se van a separar porque no son felices, entonces por qué no están felices?” La paradoja de la vida cotidiana.
En el ultimátum de Nina a Juki, para que decida quedarse, y el posterior alejamiento de Nina, es el símbolo del dolor por la pérdida, es el arrancarse del alma, de una sola vez, el motivo de la pena. Las dos quedan sumidas en la soledad…
El director nos hace entrar en los sentimientos de Juki, ama a su mamá, pero quiere quedarse con el papá, retener su historia, la amiga, el colegio, la vida cotidiana…Nina, enganchada en el mismo deseo trama…
¿el escape? ¿sueño, deseo o realidad?
Qué bonito juego del inconsciente. La vida es sueño siempre, en ellos vivimos esa vida que parece negársenos.
Aca –en la escena de la huida- se mezcla la realidad con el deseo/sueño; el deseo que siempre nos salva de la cruda realidad.
Juntas hacia el bosque, en el tren de la felicidad…pero el bosque parece esconder un secreto, el de los afectos y los vínculos, la llave que abre la puerta de la realidad; como cuando Alicia –en el país de las maravillas- cae por el túnel…. (Alicia escapa de la realidad que la quiere sacar de su mundo de sueños)
En el bosque las amigas se pierden y se recuperan, se encuentran los papás y sus hijas y, finalmente, la salida del bosque –como el despertar del sueño- es Japón…Juki ya está con su mamá en su nueva vida…
La almohada
Me quede pensando en Nina...¿qué deseo esconde la jugada de comprometerse en la salvación de Yuki?
ResponderEliminarSólo pensamientos novelescos de una tarde de lluvia...
El comentario anterior también es de La almohada
ResponderEliminarSobre Yuki y Nina:
ResponderEliminarLos primeros dos tercios de la película me parecieron una historia simple pero bien contada, con esas dos nenas simpáticas queriendo impedir el divorcio de los padres de la japonesa Yuki.
Pero en el último tercio, cuando la niña entra a un bosque en Francia, se extravía y sale en Japón, se introduce un componente fantástico que resulta incongruente con el modo realista con que se venía relatando la historia.
A tal punto que en un primer momento pensé que nos abríamos salteado alguna escena, como ocurría en el viejo Cine Ocean, cuando se salteaban algún rollo de la película.
Elemento fantástico que por otro lado, creo que es totalmente innecesario, pues lo mismo hubiera sido hacer un fundido y mostrar a la familia en Japón; quizás con un pequeño corte sobre un aeropuerto, para más claridad.
Y a partir de allí, de la salida del bosque, encontré que todo es muy confuso y poco explícito.
No se sabe concretamente si la niña está con su padre francés o con un padrastro japonés, se omite toda explicación sobre la separación o reconciliación de los padres, etc.-
Y lo que es peor, Nina, la coprotagonista, deja de existir y es borrada sin explicación alguna, por lo que podemos preguntarnos para que se la hizo intervenir como personaje importante en el relato, durante toda la primer parte, si al final no tenía ninguna relevancia.
Por otra parte, encontramos que no hay ningún final sorprendente o curioso; sino que todo queda en la inocua historia de un niña cuyos padres se separan y que va a vivir con uno de ellos. De la que tenemos montones de ejemplos a la vuelta de casa. Creo que la obra se justificaría si pasara algo diferente, una vuelta de tuerca inesperada o algo parecido; pero no, si no cuenta nada.
En definitiva, me parece una película desperdiciada en relatar una historia sin ningún interés, que además está mal contada, de modo confuso y sin por lo menos un impacto final que la rescate.
OMAR LOPEZ DE ALDA