LA PELÍCULA tiene para mí la "acidez" de ciertos conflictos que se van gestando lentamente..y necesitan de algunos viajes interiores. Es asombroso cómo el punto de partida es abrupto, y luego, todo va desarrollandose con la lentitud obligada y trágica de los paralíticos. A mi entender, esta dificultad de desplazamiento, es lo que nos sucede cuando nos vemos obligados a "viajar" dentro de nosotros mismos...Nunca es rápido y fácil el reencontrarse. El viaje de los protagonistas para cobrar esa indemnización, tiene mucho que ver con esos "viajes internos" ?qué reparaciones buscamos en nosotros mismos? ¿Necesitamos los humanos un detonante trágico que nos obligue a desandar y recorrer nuevos caminos? ¿ Qúe compañía elegimos para esta travesía? ?Cómo enfrentamos el azar? ¿Es mejor compartir los miedos, o encerrarnos en caparazones protectoras?
Creo, que la destreza de superar las adversidades, necesita irremediablemente de cierto sentido del hunor, de la capacidad de reirnos un poco de nuestras incapacidades, proponernos llegar hacia una meta, ,aunque sepamos que la frustración es quizás el resultado más esperable.. Me pareció una película "oscura" en cierto sentido, pero con silencios significativos, que hechan un poco de luz a la titánica tarea humana de sobrevivir.
Aaltra. Ingenioso el título, pensaba en un término ruso o polaco, tal vez el nombre de una ciudad y resultó una marca de acoplados. En algún idioma desconocido podría significar “camina” Es una tragedia en la que el humor y la ironía de quienes la protagonizan nos lleva por esos caminos áridos y hasta ácidos, como el mismo paisaje largamente solitario y agreste lo señala, en la búsqueda de una indemnización o al menos de una explicación del producto fallado. Para colmo, al final no hay más que un pésimo reconocimiento del error o bien, un descubrimiento del engaño. Hasta en el final de la película está vigente esa acritud de toda la situación. Me impresionó la escenografía con ese paisaje amplio, casi desierto, donde se respira la falta de sentido de todo lo acontecido –la pelea, el accidente y el abandono por parte de la mujer- y hasta una lejanía que logra situar el hecho en un plano como de irrealidad o de mundo extraño. Luego me llevo a pensar en los contratiempos de la globalización, la exigencia de cumplir con el trabajo y no poder llegar al tren demorado en un camino en medio del campo donde el único vehículo que circula es un stop tan grande como el de una autopista en una gran urbe. Cuanta ironía!! perder el trabajo por no llegar a horario y sin embargo recorrer 3mil kms sorteando mil y una dificultades en una simple silla de ruedas, como si la vida les diera otra oportunidad para reencontrar un sentido; esto de recuperar sentidos es muchas veces un recorrido arduo y dificultoso; para colmo, el final es un absurdo total, el dueño de la seudo fábrica también está en silla de ruedas.
(Comentario de Adriana a través de esta cuenta)
ResponderEliminarLA PELÍCULA tiene para mí la "acidez" de ciertos conflictos que se van gestando lentamente..y necesitan de algunos viajes interiores. Es asombroso cómo el punto de partida es abrupto, y luego, todo va desarrollandose con la lentitud obligada y trágica de los paralíticos. A mi entender, esta dificultad de desplazamiento, es lo que nos sucede cuando nos vemos obligados a "viajar" dentro de nosotros mismos...Nunca es rápido y fácil el reencontrarse. El viaje de los protagonistas para cobrar esa indemnización, tiene mucho que ver con esos "viajes internos" ?qué reparaciones buscamos en nosotros mismos?
¿Necesitamos los humanos un detonante trágico que nos obligue a desandar y recorrer nuevos caminos? ¿ Qúe compañía elegimos para esta travesía? ?Cómo enfrentamos el azar? ¿Es mejor compartir los miedos, o encerrarnos en caparazones protectoras?
Creo, que la destreza de superar las adversidades, necesita irremediablemente de cierto sentido del hunor, de la capacidad de reirnos un poco de nuestras incapacidades, proponernos llegar hacia una meta, ,aunque sepamos que la frustración es quizás el resultado más esperable..
Me pareció una película "oscura" en cierto sentido, pero con silencios significativos, que hechan un poco de luz a la titánica tarea humana de sobrevivir.
Adriana
(Comentario de Almohada a través de esta cuenta)
ResponderEliminarAaltra.
Ingenioso el título, pensaba en un término ruso o polaco, tal vez el nombre de una ciudad y resultó una marca de acoplados. En algún idioma desconocido podría significar “camina”
Es una tragedia en la que el humor y la ironía de quienes la protagonizan nos lleva por esos caminos áridos y hasta ácidos, como el mismo paisaje largamente solitario y agreste lo señala, en la búsqueda de una indemnización o al menos de una explicación del producto fallado. Para colmo, al final no hay más que un pésimo reconocimiento del error o bien, un descubrimiento del engaño. Hasta en el final de la película está vigente esa acritud de toda la situación.
Me impresionó la escenografía con ese paisaje amplio, casi desierto, donde se respira la falta de sentido de todo lo acontecido –la pelea, el accidente y el abandono por parte de la mujer- y hasta una lejanía que logra situar el hecho en un plano como de irrealidad o de mundo extraño.
Luego me llevo a pensar en los contratiempos de la globalización, la exigencia de cumplir con el trabajo y no poder llegar al tren demorado en un camino en medio del campo donde el único vehículo que circula es un stop tan grande como el de una autopista en una gran urbe. Cuanta ironía!! perder el trabajo por no llegar a horario y sin embargo recorrer 3mil kms sorteando mil y una dificultades en una simple silla de ruedas, como si la vida les diera otra oportunidad para reencontrar un sentido; esto de recuperar sentidos es muchas veces un recorrido arduo y dificultoso; para colmo, el final es un absurdo total, el dueño de la seudo fábrica también está en silla de ruedas.